Cantabria estrena con éxito una técnica de fertilidad por primera vez en Europa
El pequeño Mintxo nació en pasado 5 de abril en el hospital de Bayona.
La clínica CER Santander celebra el nacimiento de Mintxo, el primer bebé concebido gracias a un novedoso tratamiento que soluciona la esterilidad de una mujer afectada de fallo endometrial autoinmune
Hace apenas quince días que Mintxo llenó su vida de «magia», pero a Miren aún le «parece mentira». «¡Qué camino tan grande recorrido, pero qué felicidad por fin!», reconoce esta mujer francesa, de 45 años, que
acaba de ser madre contra todo pronóstico gracias a un novedoso tratamiento individualizado que ha solucionado la causa de su esterilidad: un fallo endometrial autoinmune. Aunque nunca perdió la esperanza, tuvo que buscarla fuera de su país -por la limitación de la edad «ya no podía acceder allí a una terapia de fertilidad»-. La encontró en la clínica de reproducción asistida CER Santander, de la mano de la doctora Carmen Ochoa, con más de 33 años de experiencia y pionera en lograr el primer nacimiento por esta vía en un hospital público de España. «Ella ha sido mi salvación», dice agradecida la madre del pequeño.
Lo tenía todo en contra. La edad, primero, y sobre todo no dar con la explicación que originaba sus sucesivos abortos. Hasta la llegada de Mintxo había pasado por cuatro inseminaciones artificiales fallidas y cinco tentativas de fecundación ‘in vitro’.
«Han sido cuatro años de muchos disgustos», reconoce Miren, y eso sin contar el desembolso económico aparejado, que «ya me da igual. Lo importante es que tengo a mi hijo».
También para Ochoa, directora médica de esta clínica ubicada en Mompía,
«este nacimiento ha sido muy emocionante» porque supone conseguir el embarazo en una mujer que hasta entonces «no tenía ninguna posibilidad, porque no se sabía cuál era su disfunción, con lo cual no se la podía tratar». El estudio meticuloso de la historia clínica de la paciente determinó que lo que hacía imposible la gestación era su endometrio, la mucosa que recubre el interior del útero, que se descama con cada menstruación y que acoge al embrión durante la implantación. «Yo tenía confianza plena en la doctora, que se volcó desde el principio. Sabía que mientras ella siguiera buscando qué era lo que fallaba tenía posibilidades de lograr un embarazo», subraya Miren.
Dentro de las causas de esterilidad, explica Ochoa, «designamos un porcentaje a las de origen desconocido o idiopático. Pero que sean desconocidas no quiere decir que no existan». Y en este caso
se ha encontrado solución a un problema que hasta ahora no lo tenía, «porque el endometrio es el enorme desconocido». El desarrollo de la investigación en reproducción asistida se ha centrado en el embrión, los ovarios, la estimulación… pero «no se ha prestado demasiado atención al endometrio, que también se estropea con la edad», añade. Ahora, por primera vez, existe una herramienta que permite medir la función endometrial; y con ello, saber qué es lo que ha pasado para que el embarazo no haya salido adelante.
Se trata de una técnica novedosa, desarrollada por un equipo internacional de inmunólogos (Inmunogénesis), que se ha aplicado en 150 casos en todo el mundo.
«Mintxo ha sido el primero, aunque ya hay otros bebés en camino», apunta la médico. El pequeño nació el día 5 en el hospital de Bayona (Francia). «Ha sido algo mágico», confiesa su madre. «Después de todo lo vivido, durante todo el embarazo tuve muchísimo miedo. Al principio no me lo podía creer y hasta el final no quería hacerme demasiadas ilusiones. Mi familia quería comprar ropita y esas cosas, y yo les decía que no, que ya habría tiempo después».
La explicación médica
El éxito de este tratamiento supone una esperanza para aquellas mujeres afectadas por este mismo problema. «Recientes investigaciones han demostrado que el endometrio es un tejido que capta situaciones generales de salud aún antes de que den síntomas clínicos y de que pongan en alerta a la mujer, mostrándose por tanto, como un excelente biosensor de su estado general de salud». Hasta la aparición de estos estudios siempre que una mujer no conseguía mantener una gestación «pensábamos en numerosos factores (cromosómicos, trombofílicos, anatómicos, etc.) pero siempre designábamos el mayor porcentaje al factor desconocido», subraya Ochoa. En cambio, «hoy en día sabemos que el factor inmunológico juega un papel fundamental y sabemos cómo estudiarlo y tratarlo».
De esta forma, argumenta la doctora, «determinadas afecciones crónicas subclínicas, que son aquellas que no dan síntomas, pueden causar un estado de defensa del organismo, es decir
una autoinmunidad, y el endometrio, como sensor de esta situación, se va a defender evitando o impidiendo la gestación». En este contexto la infertilidad se convierte en una defensa natural del organismo de la mujer.
«La reacción inmune endometrial que ocurre durante el periodo de implantación es única y crucial para la consecución del embarazo. Durante el periodo de implantación embrionaria existe un flujo constante de células inmunes en el endometrio, estas células inmunes uterinas son diferentes de las células inmunes circulantes, y juegan un papel fundamental en la formación de la placenta, ya que inducen la formación de vasos sanguíneos necesarios para el aporte del flujo sanguíneo materno a la misma». Por eso, en ambientes inmunológicos alterados, como son las situaciones de autoinmunidad, «e
stas células pueden cambiar su función y no reconocer al embrión, no permitiendo la implantación del mismo, originando lo que llamamos defectos de implantación; o no manteniéndolo, causando así abortos de repetición».
Las recientes investigaciones han permitido desarrollar herramientas que «nos permiten tener un diagnóstico sobre el estado endometrial y en consecuencia poder aplicar el tratamiento, oportuno e individualizado a cada mujer, logrando, como en nuestro caso, que una mujer con cinco fracasos anteriores al estudio y
tratamiento individualizado de su endometrio, haya conseguido el nacimiento de su bebé». Con este avance, señala Ochoa, «se abre una nueva puerta, una nueva esperanza para aquellas mujeres con fallos repetidos de implantación o abortos de repetición. En el siglo XX caminábamos hacia la medicina personalizada; en este siglo XXI estamos en la medicina individualizada».
Fuente:
El Diario Montañés
Redacción:
Ana Rosa García
Web de la clínica:
Cer Santander, embarazo, endometriosis